DESDE DONDE LUCHAMOS:

Somos la Juventud Peronista Revolucionaria Envar El Kadri y formamos parte de la Agrupación Envar El Kadri - Peronismo Revolucionario.
Concebimos este espacio estratégico de lucha, en el marco del apoyo al presidente de la República Argentina Néstor Kirchner y a los procesos populares encarnados en el comandante Chavez, Evo, Lula, Ortega,Correa y Fidel Castro. Construyendo junto al pueblo una patria para todos y todas. Contra el enemigo principal de adentro y de afuera del proceso en marcha. Desde nuestra história de consecuencia y confrontación contra toda expresión del neo-liberalismo, sin oportunismos. Con la concepción de que solo el pueblo organizado es capaz de derrotar a los grupos concentrados de poder económico y político que han operado sistemáticamente hace mas de 30 años. Engrosando sus bolsillos en detrimento del pueblo Argentino.

CONSTRUIMOS DÍA A DÍA DESDE LA TRINCHERA DE LA PATRIA FUERZA POLÍTICA ORGANIZADA PARA LA REALIZACIÓN DEFINITIVA DE LA LIBERACIÓN NACIONAL Y LA CONSTRUCCIÓN PERMANENTE DEL SOCIALISMO NACIONAL DEL SIGLO XXI.

jueves, 29 de noviembre de 2007

PRESENTACIÓN DEL DOCUMENTAL CHOKOKUE


Chokokue
Trabajo, Organización y lucha

Película Documental, duración 70 minutos
Un viaje al interior del Paraguay campesino, la lucha por la tierra, por sus derechos, por mantener su identidad cultural y sus formas de producción frente al avance del modelo sojero agroexportador. La organización, la persecución, la cárcel. La voz que no se escucha, pero grita y se expresa.

VIERNES 30 DE NOVIEMBRE - 19HS
CLUB DEPORTIVO PARAGUAYO
PIEDRAS Nº 1676 y CASEROS

chokokuedocumental@gmail.com

Se agrava el conflicto con los actores

29/11/2007 - ACTA] Los empresarios televisivos y la Asociación Argentina de Actores no llegan a un acuerdo sobre el horario de la jornada laboral. El conflicto se agrava. El Ministerio de Trabajo presentaría una propuesta para acercar a las partes, ya que ninguno cedió en sus pretensiones.

Según explicó a ACTA Norberto Gonzalo, secretario general, de la Asociación Argentina de Actores, han sido citados por el Ministerio de Trabajo para darles a conocer una nueva propuesta de las cámaras patronales.
Hasta ahora, la patronal ofrecía una jornada de 10 horas diarias, cuando los actores solicitan 8 horas 45 minutos. Las patronales alegan que es muy difícil grabar un capítulo de una tira en menos de 10 horas.
Gonzalo explicó a ACTA que “el estatuto vigente del actor contempla una jornada de 6 horas 45 minutos. Proponemos elevarlos a 8 horas 45. No pueden decir que nantenemos una postura inflexible. Ahora les toca no ser inflexibles a ellos”.
Los canales de televisión contemplan la posibilidad de que 2007 termine sin ficción local debido al agravamiento del conflicto que mantienen con la Asociación Argentina de Actores (AAA-CTA).
La Cámara de Productores Independientes (Capit) y de la Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas (ATA) -que nuclea los canales- admitieron esa posibilidad, que también parece un elemento de presión a la hora de la negociación..
Ante la decisión de los empresarios de TV de cerrar las puertas de las productoras frente a los reclamos de los actores, la Asociación Argentina de Actores presentó una denuncia en el Ministerio de Trabajo por Lock-out patronal.
Norberto Gonzalo confirmó esta versión: "Sabemos que piensan no emitir hasta fin de año. Veremos si se lo comunican a la gente y a las productoras”.
“Es una locura porque no solo perjudican a los actores sino también a las productoras que se quedan sin donde vender el material”, advirtió en dialogo con ACTA..
Ahora los canales echan mano a episodios “en parrilla” de algunas tiras, pero encuentran que no tienen suficiente para seguir por mucho tiempo. Además la mayoría de las historias están en su tramo final.
Un productor independiente, que pidió no revelar su nombre, dijo a la agencia de noticias Télam que la decisión de dejar de emitir ficción "sería una catástrofe. ¿Qué hacen con una tira exitosa como ’Son de Fierro’ que mide 25 puntos de rating, con la gente enganchada hace 9 meses con la historia y cuando ya tiene listo el reemplazo?".
"Será imposible cortar el programa en diciembre y reanudar las grabaciones en enero o febrero, los actores ya tienen firmados otros contratos o estarán filmando películas o se van de vacaciones", añadió el mismo productor.
Ya no están en el aire las tiras "Patito Feo", "Lalola", Mujeres de Nadie", "Son de Fierro", "Montecristo" y "Casi Ángeles", y el unitario "El hombre que volvió de la muerte".
Gonzalo señaló a ACTA que la medida fue decidida en asamblea. “Por eso, después de escuchar la nueva propuesta, la vamos a llevar a otra asamblea que será la que en definitiva decida los pasos a seguir. La actitud de los actores frente a la medida no puede ser más clara y homogénea. Pedimos algo justo, nadie puede desmentirlo”, enfatizó.

viernes, 23 de noviembre de 2007

FOTOS DE LA PARITARIA SOCIAL

FOTOS DEL EQUIPO DE COMUNICACION DE LA AEEK










Pintada Juvetud CTA/JPR-EEK










Estadio a pleno










Haciendo paritaria social










ATE-Vialidad Nacional










Por la democracia sindical










Abajo derecha, el secretario de organizacion de la AEEK











Bandera de la Agrupacion Envar El Kadri

Masivo acto por la Paritaria Social en Ferro

“No hay Pacto Social sobre la base de 10 millones de argentinos con hambre”
Por Mariano Vázquez.
Así lo manifestó el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, en el multitudinario encuentro que se realizó ayer en la Capital Federal para reclamar por la distribución de la riqueza en la Argentina y por la Personería Gremial para la Central. “Para que la copa derrame, hay que volcarla y eso solamente lo pueden hacer los trabajadores y el pueblo organizados”, bramó el dirigente sindical. El acto fue convocado por el sector cooperativo, los pequeños y medianos empresarios y la Federación Agraria.

La calle Avellaneda, en el barrio porteño de Caballito, fue testigo de las anchas columnas de organizaciones sociales que acudieron ayer a la convocatoria a construir una “Paritaria Social para la distribución de la riqueza” y para reclamar “Libertad y Democracia Sindical. Personería Gremial para la CTA”. Pasadas las 16, más 4.000 personas abarrotaban el Microestadio del Club Ferro Carril Oeste para avanzar en la propuesta que la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) impulsa junto al Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), la Federación Agraria Argentina (FAA), y la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APyME). Sobre el escenario se encontraban los máximos dirigentes de estas cuatro organizaciones sociales. Carlos Heller (IMFC), Francisco Dos Reis (APyME), Eduardo Buzzi (FAA) y Hugo Yasky.

Dos oradores tuvo el acto. En primer término habló Heller y luego el titular de la CTA, quién agradeció “a todos ustedes porque hicieron posible que este encuentro por la Paritaria Social no fuera en una sala fría, en una conferencia de prensa. Esta presentación de la Paritaria Social es gracias a las compañeras y compañeros de los barrios, de las organizaciones sindicales, de los trabajadores, los que siempre pusimos por el cuerpo para que este país pudiera crecer, pudiera levantarse”

“Ahora hay que distribuir la riqueza, ahora se acabó la política del hambre”, subrayó Yasky, quien a renglón seguido argumentó, en relación a la convocatoria realizada por el Gobierno nacional, que “no hay Pacto Social, no hay acuerdo social sobre la base de 10 millones de argentinos con hambre; no hay discusión posible, la discusión tiene que ser una política nacional que tenga como compromiso la distribución de la riqueza para que en esta Argentina que tiene recursos no tengamos que tener un solo chico pobre, un solo niño en la calle, un solo hogar sin comida. Esto es lo que le da sentido a esta Paritaria Social”

En referencia a las recetas económicas sobre la "teoría del derrame" sostuvo: “Los que dicen que primero hay que crecer, que primero se tiene que llenar la copa porque después que la copa se llena, gotea y nos moja un poquito a los que estamos abajo, saben que mienten, que la copa no se derrama sola. Para que la copa derrame, hay que volcarla y eso solamente lo pueden hacer los trabajadores y el pueblo organizados”.

“Necesitamos avanzar en la construcción de un sujeto social en la fuerza popular que pueda tomar este programa, esta cantidad de propuestas para distribuir la riqueza, para mejorar los salarios, para un ley que nos permita financiar los salarios de los compañeros estatales, la salud pública, la desocupación, para que en este país paguen más los que más tienen, para que se desgrave el IVA”, enumeró Yasky y respondió: “Porque no puede ser que cuando un tipo que gana 70 mil pesos le compre polenta al gato pague el mismo impuesto que un compañero que gana 600 pesos que tiene que dejar en concepto de IVA la misma cifra. Eso no es justicia, eso no es libertad, eso tiene un solo nombre, es explotación. La Paritaria Social nació para dar esa pelea, con la Federación Agraria, con la pequeña y mediana empresa, con los aliados de la clase trabajadora”.

El máximo dirigente de la CTA también explicó que es la Paritaria Social. “Tiene que ser el punto de partida de un combate que nos una a todos discutiendo como pueblo, para que la unidad de los trabajadores del campo popular sea un proyecto estratégico por el cual volvamos a darle fuerza al Movimiento Político, Social y Cultural, que nos permita plantear un nuevo contrato social donde la base sea la justicia y podamos reunirnos en una Asamblea Constituyente para avanzar en este proceso de lucha”.

Acerca de la distribución de la riqueza aseveró que “no depende de una receta económica, no hay una receta económica que la garantice”. Afirmó que “solamente se garantiza la distribución de la riqueza si tenemos la fuerza social movilizada capaz abrir las puertas que hay que abrir”. Y clamó para “crecer en organización, en unidad, en capacidad de movilización para que esos empresarios que quieren seguir chupando de la teta del Estado, aquellos empresarios que quieren seguir quedándose con la mayor parte de la renta, sepan que llego el tiempo de distribuir en la Argentina”.

El secretario general de la central obrera también habló de las dificultades a transitar: “No queremos levantar espejismos, no queremos prometer fáciles victorias”, indicó. “Cuántas luchas, cuántas marchas, cuántos encuentros como estos seguiremos haciendo para profundizar este camino, ninguno de nosotros tiene la verdad revelada, la tenemos que construir colectivamente entre cada uno de nosotros”.

Asimismo, se refirió a los actuales condicionamientos que tiene el Pacto Social convocado desde esferas oficiales: “Es una mentira hablar de Pacto Social si no vamos en igualdad de condiciones”, apuntó. Y agregó contundente: “A los empresarios nadie les dice dónde se tienen que organizar, nadie les diría: `ustedes están obligados por tal ley a estar en tal organización’. Lo mismo reclamamos para los trabajadores, tenemos dignidad, tenemos historia, no vamos a renunciar a la Personería Gremial, vamos a luchar por ella, porque es un derecho, porque es constitutivo de una Argentina democrática; entonces nadie nos va a decir cómo organizarnos a los trabajadores”.

Yasky además se expresó sobre la urgente necesidad de la Personería Gremial: “No queremos la personería gremial como un trofeo de guerra, sino como un cambio en la fuerza sindical, que los trabajadores puedan elegir dónde organizarse. Vamos a discutir sin condicionamientos, sin agendas preestablecidas y sobre todo con el mandato de ustedes, de todos los trabajadores”, concluyó.

“Tenemos que juntarnos”

La apertura estuvo a cargo de Heller, quien se pronunció por “construir una herramienta que permita dar pelea, y hacer que el crecimiento económico llegue a los trabajadores. Es mentira que el aumento de salarios genere inflación: hay que aumentar los salarios y el gasto público, porque así vamos a estar mejorando la distribución del ingreso”.

Convocó también “a revertir la situación actual en la que unos pocos se quedan con todo”; a terminar “con el modelo neoliberal y no sólo cambiar algunas variables porque lo que hay que cambiar de cuajo es este sistema que va contra el interés social”.

El dirigente cooperativo también remarcó que “la distribución de la riqueza es sacarle a uno para darle al otro, y esto se hace con políticas públicas. Hay que cambiar el sistema impositivo, apoyar a los pequeños productores del campo y de la ciudad, y apuntalar el crecimiento regional”. Heller también se pronunció por la libertad sindical y “por un estado participativo y activo, que equilibre el interés social con el empresario”.

“Tenemos que juntarnos las organizaciones de los sectores populares para construir una verdadera alternativa superadora. De eso se trata la Paritaria Social”, señaló.

En relación a la actual situación social dijo que “hay menos pobres” pero recordó que “siguen habiendo 10 millones de pobres y 3 millones de indigentes”. Y demandó: “Hasta que no sea cero, hay objetivos por los que tenemos que seguir peleando”

Todas las banderas, todos los hombres

El microestadio de Ferro lucía embanderado: CTERA, ATE, Suteba, Juventud de la CTA, Judiciales, Marcha Grande, MBB, Frente Transversal Nacional y Popular, Coordinadora Nacional de Organizaciones Sociales, MAB, MTL, MUC, Movimiento Octubres, UTE, Corriente Militancia Popular, MTI, AMMAR, ANTA, APA, Conadu, FeTIA, SUTNA, FeTERA, la FTV, el Movimiento Libres del Sur, y el Movimiento Evita, entre otras.

En representación de las organizaciones impulsoras figuraron dirigentes de la Mesa Nacional de la Central como Pablo Micheli, Pedro Wasiejko, Víctor De Gennaro, Víctor Mendibil, Juan Carlos Giuliani, Stella Maldonado, Gustavo Rollandi, Daniel Barragán, Adolfo Aguirre, Daniel Jorajuria, Claudio Lozano, Edgardo Depetri, Silvia León, Elena Reynaga y Cecilia Martínez; los dirigentes de la CTA bonaerense Hugo Godoy, Roberto Baradel y Hugo Blasco y el titular de la CTA porteña, Fabio Basteiro.

También estuvieron, entre otros, el intendente de Morón Martín Sabatella, Fernando Pino Solanas, Luis D’elía, Jorge Ceballos, Emilio Pérsico, Patricio Echegaray, José Zas, los senadores electos por Tierra del Fuego María Rosa Díaz y José Martínez.

martes, 20 de noviembre de 2007

PARITARIA SOCIAL

Por una equitativa distribución de la riqueza

Nos encontramos, en Argentina y en América Latina, atravesando un momento histórico, que representa una oportunidad para avanzar hacia la construcción de una sociedad justa e igualitaria. Sin embargo, para que esto sea posible es necesario que se produzcan cambios significativos en los aspectos fundamentales que condicionan la orientación general del proceso económico-social. La Paritaria Social por una equitativa distribución de la riqueza constituye, para las organizaciones que suscribimos este documento, una convocatoria a construir colectivamente las condiciones necesarias para consolidar lo que hemos logrado, y hacer posible el futuro que aún debemos conquistar.
Nuestro país transita el quinto año de crecimiento económico consecutivo. Los indicadores macroeconómicos reflejan un elevado superávit fiscal y el PBI continúa su marcha ascendente. Lo mismo puede decirse del sector privado. Los balances de las grandes empresas y los grandes grupos económicos vinculados a la exportación agrícola-ganadera, exhiben elevadas ganancias netas y un marcado incremento de la productividad. Sin embargo, en el sector de los asalariados las variaciones en el ingreso se han modificado muy poco. Ciertamente la cantidad de pobres e indigentes tuvo una bja considerable, pero aún 8 millones de argentinos siguen en la pobreza y 3 millones en la indigencia. Este numero continúa siendo inaceptable.
La experiencia demostró que la teoría del derrame no funciona. Por el contrario, señalamos que se debe resolver hoy la desigualdad, para garantizar una nueva estrategia de desarrollo que incluya al conjunto de la comunidad.
No puede haber un modelo de acumulación con inclusión social, si no es mediante una equitativa distribución de la riqueza.
Para ello, la prioridad en esta nueva etapa que se iniciará a partir de diciembre pasa por impulsar las políticas públicas que incidan en el reparto de la torta en beneficio de los que menos tienen. Este es el camino indispensable para garantizar la justicia social y, al mismo tiempo, fortalecer el mercado interno como plataforma de un modelo distributivo que nos permita construir una Argentina más igualitaria, más democrática, y que recupere a pleno su autonomía nacional.

La situación del campo popular

Las conquistas que hoy podemos celebrar son producto de valiosas decisiones políticas que tributan a la voluntad y la potencia popular expresada durante mucho tiempo en el conflicto con los poderes, de hecho opuestos al interés de la mayoría. Son precisamente aquellas que configuran el cambio de rumbo operado en la política nacional en los últimos años, reflejadas en las políticas de derechos humanos, el rechazo al ALCA y a los condicionantes del FMI y otros proyectos que beneficiaron al campo popular.
En este contexto, el fortalecimiento de las herramientas organizativas de los sectores populares resulta necesario para mejorar la posición de los trabajadores en la puja por la distribución del ingreso. Y por ello sostenemos que el otorgamiento de la Personería Gremial a la CTA, como parte del proceso de democratización del movimiento sindical, constituye una demanda con la que estamos consustanciados todos los sectores comprometidos en la disputa por una sociedad más justa. Continuar dilatando la resolución de este tema, implica mantener una arbitraria desigualdad sobre un sector del sindicalismo cuya existencia y legitimidad ya no se puede seguir negando.
Por otra parte, desde el empresariado nacional, APYME, el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y la FAA , construyeron fuertes vínculos históricos con la CTA robustecidos en la resistencia compartida a las arrasadoras políticas del neoliberalismo.
Justamente fueron estos sectores, que representan a los pequeños y medianos productores del campo y la ciudad, los que al mismo tiempo sufrieron y resistieron la alianza entre el capital extranjero y los grandes grupos económicos locales, que fueron históricamente el sustento de las dictaduras militares en nuestro país.
APYME, la CTA, la FAA y el IMFC expresan los intereses de amplios sectores sociales comprometidos con los intereses nacionales, y que fomentan activamente la constitución de una Paritaria Social que permita avanzar hacia la consolidación de una nueva matriz distributiva en nuestra sociedad.

la paritaria social

Los acuerdos desarrollados a través de la PARITARIA SOCIAL deben llevar a un proceso consciente de reparación histórica a los desplazados por el neoconservadurismo.
Esta reparación histórica debe entenderse como la modificación de aquel conjunto de reglas que definen la organización del proceso económico y de la propia sociedad, en beneficio de los sectores del trabajo y de los pequeños y medianos productores de la ciudad y el campo. Para poder producir esos cambios, es preciso fortalecer el movimiento popular, sus organizaciones, su capacidad de movilización. Por eso entendemos que es preciso construir una voluntad política colectiva, capaz no sólo de proponer el horizonte de transformaciones que expresarían un proyecto nacional-popular, sino de generar al mismo tiempo la capacidad de avanzar hacia su concreción.
La PARITARIA SOCIAL, entonces, no debe ser meramente el terreno de una disputa por la representación del conflicto social, sino que, de manera superadora, debe expresar la posibilidad de la lucha por la determinación del rumbo de los procesos de nuestra Nación. La PARITARIA SOCIAL opone el interés popular al interés de los sectores que aún son beneficiarios de una estructura de concentración y extranjerización del poder económico, y, en ella, el pueblo convoca al Estado a asumir la defensa del interés de las mayorías.
En la PARITARIA SOCIAL se deben sentar las bases de una agenda que señale los objetivos estratégicos para una política que permita avanzar hacia un nuevo modelo distributivo y productivo.
Las organizaciones firmantes de este documento tenemos la determinación de contribuir a favorecer este proceso, proponiendo la creación de nuevas herramientas para el fortalecimiento de la organización popular, promoviendo la conformación de espacios para la discusión de propuestas de políticas públicas y medidas que se orienten a la generación de condiciones más favorables para nuestro pueblo.

las medidas instrumentales

· Establecer como prioridad nacional una más justa distribución de la riqueza, sustentada en una política de recuperación progresiva de los salarios reales de los trabajadores, juntamente con el aumento en la cantidad y calidad del empleo.
· Una intervención estatal que permita establecer parámetros de ganancia de las grandes empresas, acordes con una rentabilidad adecuada, captando impositivamente las rentas excepcionales que pudieran obtener los distintos sectores de la actividad económica.
· El fomento de las herramientas de democracia participativa y consulta popular.
· La participación plena de las organizaciones populares en la elaboración y la implementación de políticas públicas tendientes a promover mejoras sustantivas en las condiciones de vida de la mayoría de la población.
· La recuperación de la capacidad del Estado para incidir en el proceso económico-social, a través de la institución de los mecanismos que permitan el ejercicio democrático del control de las áreas y los recursos estratégicos para el desarrollo de un proyecto nacional-popular soberano, en el marco de una integración solidaria con los pueblos de la región.

Bajo estos conceptos generales, se deberían implementar medidas orientadas hacia los siguientes aspectos:

Política laboral y social

· Creación de un Seguro de Empleo y Formación para todos los jefes y jefas de hogar desocupados, estableciendo una asignación universal por hijo.
· Incremento de los beneficios mínimos de las prestaciones previsionales, Creación de una asignación universal para todos los mayores excluidos de la seguridad social y recuperación de la movilidad de los haberes jubilatorios.
· Avanzar en la reconstrucción del Sistema Educativo Público nacional y del Sistema Nacional de Salud, profundizar el proceso de depuración y reestructuración de las fuerzas públicas de seguridad, y seguir acentuando el proceso de cambios en el Sistema Judicial.

Fomento a la pequeña y mediana empresa

· Estas políticas deben orientarse a a posibilitar un proceso de acumulación de capital físico genuinamente nacional con la consecuente creación de nuevos puestos de trabajo. Aplicar políticas de fomento que privilegien a las pequeñas y medianas empresas y a la actividad regional.
El mercado interno debe ser el espacio privilegiado de la política productiva. Para ello hay que establecer regulaciones que permitan revertir los procesos de concentración y extranjerización de la economía. Promover el “Compre Nacional”, “Compre PyME” y “Compre Cooperativo”. Fomento y apoyo integral a las empresas de economía social, cooperativas y empresas recuperadas
· Fijación de una política de aranceles a las importaciones, retenciones segmentadas a las exportaciones y reintegros, que tenga en cuenta el desarrollo de las necesidades sociales y del aparato productivo nacional, en especial de las PyMEs y de los productores agropecuarios de menor escala.

El Sistema Financiero y las PyMEs.

· Cambiar el marco regulatorio del sistema financiero (la Ley Nº 21.526), para que sea un servicio que favorezca a las PyMEs y a las economías regionales, y que permita a los particulares acceder a programas de vivienda. Se requiere una nueva Ley de Entidades Financieras que instale la concepción del servicio financiero como un servicio público, paso esencial para democratizar el crédito y fomentar el acceso de toda la población a los servicios bancarios.
· Crear un verdadero banco de desarrollo, para poder generar préstamos a largo plazo para la inversión productiva, con la participación de los bancos especializados en este segmento. Impulso de la banca pública y cooperativa, y a las sociedades o fondos de garantía públicos.

Producción agraria

· Potenciar las cadenas productivas. Crear instrumentos públicos de regulación, en especial para el comercio de granos y carnes. Establecer precios sostén para pequeños y medianos productores y transparentar los mercados y las cadenas de comercialización de los productos agropecuarios.
· Promover la radicación de familias en el interior del país, organizándose a través de cooperativas, aprovechando las tierras fiscales y los latifundios improductivos y preservar las pequeñas y medianas explotaciones agropecuarias. Impulsar normas para democratizar el uso y tenencia de la tierra y la regularización de títulos de los pueblos originarios. Establecer restricciones y límites a la adquisición del dominio de inmuebles rurales.
· Preservar el derecho al uso propio de semillas, fomentando el impulso a una tecnología soberana en el desarrollo de la genética.

Sistema Tributario

· Reforma integral del sistema tributario como principal eje redistribuidor de ingresos. Cambiar el profundo sesgo regresivo que actualmente posee, el cual obliga a un mayor esfuerzo tributario a los sectores populares, e impone un freno al desarrollo de las actividades productivas.
· Reducir los impuestos generales a los bienes de consumo popular, en especial eliminar el IVA a una canasta básica de alimentos, salud y educación, e incrementar los impuestos a los consumos suntuarios.
· Rediseñar el impuesto a las ganancias, eliminando las actuales exenciones a las rentas financieras, las operaciones de bolsa y a las ganancias de capital. Incorporar a la recaudación las utilidades provenientes de los dividendos de las sociedades, dentro del impuesto personal.


Central de Trabajadores Argentinos (CTA)
Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC)
Federación Agraria Argentina (FAA)
Asociación Pequeños y Medianos Empresarios (APyME)

domingo, 18 de noviembre de 2007

AFICHE DEL ESCRACHE















"SER ARTE Y PARTE DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES" Experiencias de Arte y Desarrollo Comunitario

MUESTRA DE LOS TRABAJADORES
DEL PROGRAMA DE CULTURA COMUNITARIA
DIRECCION GENERAL DE PROMOCION CULTURAL
MINISTERIO DE CULTURA - GCBA

Los invitamos a su Acto de Apertura:

Lunes 19 de Noviembre de 2007 - 17 hs. (hasta las 20 hs.)
Salón San Martín / Hall de la Memoria
Palacio Legislativo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Avda. Julio A. Roca 575, Piso Principal
Ciudad de Buenos Aires

ENTRADA LIBRE Y GRATUITA

Se expondrán experiencias y producciones compartidas en :

Talleres de Teatro Comunitario, Circo Social, Murga, Títeres, Marionetas, Pintura, Fotografía, Literario, Música, Muralismo, Cerámica, Telar, Tapiz con las poblaciones más vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires
(Área Territorio: Villa 15, Cildáñez, Villa Lugano, Mataderos, Villa 20, Villa 3, Barrio Ramón Carrillo, Villa Soldati, Nueva Ponpeya, Barrio Charrúa, Villa 1/11/14, Bajo Flores, Flores, Barracas, Villa 21/24, Bº Zavaleta, Parque Patricios, Villa 31, Saldías, Retiro
Área Niñez y adolescencia en situación de Calle: CAINA.
Área Instituciones de Rehabilitación, Salud Mental y Hogares de Adultos Mayores)

La muestra permanecerá abierta al público en el Hall de la Memoria
hasta el Jueves 22 de Noviembre de 10 a 20 hs.
Organiza:
Junta Interna de Delegados ATE- CAPITAL- CTA Programa de Cultura Comunitaria
Dirección Genral de Promoción Cultural - Ministerio de Cultura GCBA

Brasil: Lula defiende la reelección en Venezuela

Afp y Reuters
El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, salió hoy en defensa de su par venezolano, Hugo Chávez, al afirmar que ni la democracia en Venezuela ni su voluntad de concurrir a un tercer mandato pueden ser cuestionadas.
Lula reclamó que las críticas que se hacen a la reforma constitucional promovida por Chávez, que permite la relección presidencial continua, no fueron hechas en el pasado a los consecutivos mandatos de numerosos líderes europeos como Margaret Thatcher o Felipe González.
“La gente se queja de que Chávez quiera un tercer mandato. ¿Por qué nadie se quejó cuando (la ex primera ministra británica) Margaret Thatcher pasó tantos años en el poder?”, criticó Lula.
“Nadie se queja de (el ex presidente del gobierno español) Felipe González que se quedó tantos años, nadie se queja de (el ex presidente francés François) Mitterrand, que se quedó tantos años, nadie se queja de Helmut Köhl que se quedó casi 16 años. Lo que necesitamos es respetar la autonomía y la soberanía de cada país”, afirmó Lula en declaraciones a la prensa en Brasilia.
“Inventen una cosa para criticar a Chávez, pero no por falta de democracia. Llevo cinco años en el poder (desde enero de 2003) y participé (en ese periodo en Brasil) de dos elecciones para presidente y dos para alcalde. Que yo sepa en Venezuela (en ese mismo periodo) ya hubo tres referendos, tres elecciones, cuatro plebiscitos. Lo que no falta en Venezuela es discusión”, dijo Lula.
“En democracia, sometemos lo que creemos al pueblo, el pueblo decide y nosotros acatamos el resultado, porque si no, no es democracia”, concluyó.
Lula además minimizó el altercado entre Chávez y el rey Juan Carlos de Borbón durante la Cumbre Iberoamericana, en Santiago. “Esas cosas ocurren. La diferencia fue que el rey estaba en la reunión; el que dijo ‘cállate’ fue el rey, no uno de nosotros, porque entre nosotros discutimos mucho”, concluyó el gobernante brasileño.

ASESINATO IMPUNE: El bajo flores sangra por las heridas


Madres de chicos asesinados por efectivos policiales y narcotraficantes, vecinos del Bajo Flores que asisten a comedores comunitarios, militantes sociales y funcionarios porteños se movilizaron hasta la Fiscalía de Pompeya en reclamo de justicia.





A metros de la villa del Bajo Flores entre las calles Agustín de Vedia y Barros Pasos se levanta el EMEM N° 3. Pocos recuerdan que en esa escuela secundaria el presidente de la Nación Néstor Kirchner anunció el boleto a 0.05 centavos para los dos primeros años de los estudiantes del nivel medio. La alegría de aquel acto pasó como tantas otras novedades. Lo único que no pasa en el Bajo Flores son los asesinatos impunes de jóvenes.La marcha que partió del EMEM N° 3, este miércoles a la mañana, hasta la Fiscalía de Pompeya estuvo encabezada por distintas madres con hijos asesinados: Maria Cisterna, mamá de Sergio "Cuyano" Gallo, asesinado recientemente por un sentarse en un auto, Dolores Sigampa, madre de Ezequiel Demonty arrojado al Riachuelo por efectivos de la comisaría 34, y por Susana Acosta, delegada de manzana en la villa y madre de un chico asesinado por narcotraficantes. Atrás de las madres caminaban vecinos del barrio que asisten a comedores comunitarios, alumnos, periodistas de medios barriales, militantes sociales, el subsecretario de Derechos Humanos y Sociales porteño, Flavio Turne, y por la Defensoría del Pueblo, Gustavo Pane.La marcha a lo largo de 20 cuadras con la música de bombos y cumbia de fondo exigió que se encuentre a Héctor Valle, responsable del asesinato del joven Sergio Gallo y prófugo de la justicia al parecer por la complicidad de efectivos de la comisaría 34. Los fiscales Marcelo Munilla Lacasa y Adrián Jiménez recibieron a los padres de Sergio, Maria Cisterna y Fidel Gallo, quienes fueron acompañados por Nahuel Beibe del Frente Barrial 19 de Diciembre, por Pane de la Defensoría y por Nicolás Gaudino del Centro Comunitario Mate Cocido, en donde Sergio realizaba tareas comunitarias y participaba de las actividades juveniles. NOTICIAS URBANAS pudo saber que los fiscales confirmaron que el asesino fue identificado y que ellos recibirán todas las denuncias por el irregular accionar policial. La realidad entrega más que esperanzas desconfianzas de la Justicia para encontrar respuestas positivas.A la salida de la reunión la madre de Sergio Gallo agradeció a quienes marcharon, entre ellos la directora y profesores del EMEM N° 3, trabajadores del Centro de Salud y el sacerdote católico Adolfo de la parroquia Madre del Pueblo. Además les pidió que la ayuden a seguir luchando.

viernes, 16 de noviembre de 2007

ESCRACHE A OSCAR HERMELO

FISCAL NACIONAL de EJECUCIÓN PENAL de la CAPITAL FEDERAL

ABOGADO DE LA DICTADURA CONDECORADO EN LA ESMA FISCAL DE LA IMPUNIDAD


Miércoles 28 de noviembre 12 hs -
Diagonal Norte y Lavalle

Trabajó en la ESMA durante la dictadura en la Dirección de Talleres Automotores bajo las órdenes del represor Adolfo Scilingo. Colaboró con el Grupo de Tareas 3.3.2, en el que revistaban los represores Jorge "Tigre" Acosta y Alfredo Astiz preparando la documentación falsa para blanquear los autos que la dictadura le robaba a los detenidos desaparecidos. Scilingo lo condecoró durante la dictadura por su colaboración con la Marina y denunció en democracia que era un hombre de confianza de la patota y que estaba al tanto de todo lo que pasaba en la ESMA.Su primo Ricardo Hermelo formaba parte del círculo de confianza del jefe de la armada, el almirante genocida Armando Lambruschini. Según distintas fuentes, este pariente fue la carta de recomendación del actual fiscal para trabajar en la ESMA
Hoy es el único Fiscal de Ejecución Penal de la Capital Federal: interviene en la ejecución de las penas de miles de personas privadas de su libertad.

Dictaminará, representando los intereses del Estado, sobre la ejecución de las penas de los represores que sean condenados en las megacausas ESMA y Primer Cuerpo del Ejército, entre otras.

SI NO HAY JUSTICIA HAY ESCRACHE
H.I.J.O.S.

CONVOCAN:
H.I.J.O.S , MADRES DE PLAZA DE MAYO- LINEA FUNDADORA, FAMILIARES DE DESAPARECIDOS Y DETENIDOS POR RAZONES POLITICAS -ABRIENDO CAMINOS-AGRUPACION ENVAR EL KADRI,-COM. X LA MEM. Y LA JUS. DE LA PATERNAL Y V. MITRE-COM. DD.HH BAJO FLORES-COM. DE HOMENAJE PERMTE. A LOS COMBATIENTES REVOLUCIONARIOS-CORRIENTE MILITANCIA POPULAR-EL GRADIENTE (MEDICINA- UBA)- ENLACE/ CUAL DERECHO- Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía-14 BIS ( DERECHO UBA )-GAC ( GRUPO DE ARTE CALLEJERO)-GEN(Generación por la Emancipación Nacional)-JUVENTUD CTA NACIONAL-LIBRES DEL SUR -MOTOQUEROS PERONISTAS-MURGA LOS VERDES DE MONSERRAT -NBI ( DERECHO UBA )-PR ( SOCIALES-UBA )-PPL-TRABAJADORES DE LA SEC. DE DEPORTES en ATE.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Solidaridad con el Presidente Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana


Hace más de 70 años, Enrique Santos Discépolo decía, en "Justo el 31": "Los reyes temblando/ remueven el mazo/ buscando un "yobaca"/ para disparar". Pero el rey Juan Carlos todavía no se ha enterado y subsiste como expresión de lo anacrónico e hipócrita que resulta el actual mundo de la diplomacia. Tampoco se ha enterado de los versos de Bartolomé Hidalgo: "Cielito, cielo que sí/ el rey es hombre cualquiera/ y morir para que él viva.../ ¡la puta" es una zoncera". Esta doble ignorancia lo ha conducido al rey a pretender acallar la voz del presidente de Venezuela, comandante Hugo Chávez, pues éste había cometido la osadía de señalar lo que todo el mundo sabe: que el ex presidente Jose María Aznar es un fascista redomado y decir también algo que muchos saben pero prefieren ignorar: que Aznar anduvo últimamente por Venezuela denigrando a Chávez, en la misma línea golpista que expresó en el 2002 cuando el imperialismo intentó derrocar al presidente legal de Venezuela. Juan Carlos creyó seguramente que vivía en los tiempos de Felipe II y que podía reprimir a los criollos y someterlos pero cuando se dio cuenta que estamos en el siglo XXI, decidió retirarse de la sala. No podía soportar la acusación de Chávez, pero según él Chávez debía soportar la complicidad de Aznar con los golpistas de Venezuela. Por otra parte, no comprendió que por la voz de Chávez estaba hablando esta nueva América Latina de los pueblos que se yerguen en políticas de Liberación Nacional y de unidad, ingresando ya al camino del socialismo del siglo XXI y que, por tanto, no puede ser acallada por ningún rey ni ningún imperialismo, aunque el fascismo los una.
Desde el sur de esta Patria Grande que va en busca de su destino nos solidarizamos plenamente con el Comandante Hugo Chávez y repudiamos toda prepotencia que pretenda sofocar las verdades que emanan de los pueblos y de sus representantes


CENTRO CULTURA DISCEPOLO - REVISTA DESAFIOS
NORBERTO GALASSO

AGRUPACION ENVAR EL KADRI - PERONISMO REVOLUCIONARIO
MARCELO NONO FRONDIZI

martes, 13 de noviembre de 2007

VI CONGRESO INTERNACIONAL DE SALUD MENTAL Y DERECHOS HUMANOS -UPMPM


  • Taller: Producción publica de medicamentos
    Integran: Daniel Gollan, Diego Sergio Pacal, Claudio Capuano, Gonzalo Moyano
    Coordina: Carlos Anigstein
    Dia 16 Hora: 12.40hs a 14.10hs Aula: Carpa E Sede: 1


    Luego de muchos años de políticas neoliberales, y a pesar de que hoy se vislumbran adelantos en la formación e implementación de políticas públicas en una dirección correcta, el sistema de salud en la Argentina todavía reproduce la inequidad social y sigue tributando a la lógica del mercado, que es la lógica de exclusión.
    En este escenario es que consideramos a la salud como un derecho universal que el Estado tiene la obligación de garantizar. No la entendemos como un bien con valor de cambio en el mercado, sino como un bien social con valor de uso.
    Estos principios son funcionales a la frase de Evita: “donde hay una necesidad, hay un derecho”.

  • Taller: obra de teatro: porque te quiero te cuido
    Coordina: Gladys Moyano, Gonzalo Moreno
    Día: 16 Hora: 18.10 a 19.40hs Aula: Anexo 1 Sede: 2

    Sinopsis de la obra: Un matrimonio, la duda y el misterio de lo desconocido…una mujer que emerge de la duda para redescubrirse y poder de esa manera salvar la pareja.
    Un recorrido en el cual se cruzan los fantasmas, mitos y tabúes que rodean al sexo, la vida conyugal y el HIV.

    Puesta en escena como herramienta disparadora de debates y charlas relacionadas a la prevención del HIV-Sida.

  • Taller: Salud mental y cultura popular
    (Prácticas Canto Andino con Caja)
    Coordina: Miriam García, Karina Vita, Marcelo Frondizi.
    Día: 17 Hora: 20.30 a 21.10hs Aula: 11 Sede: 1

    El canto compartido es suna actividad emotiva y terapéutica ya que a través del arte de cantar y percutir se puede mejorar la salud física, psíquica e intelectual.
    El arte y la creatividad son nuestros instrumentos fundamentales en el abordaje de las problemáticas que implican no sólo la lucha contra la enfermedad sino contra los factores sociales que la generan y refuerzan.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Reflexiones sobre las elecciones del 28 de octubre de 2007


Por: Norberto Galasso


En la apreciación general del comicio, debemos señalarque las mayorías populares han demostrado una vez másque saben defender sus intereses y que éstos coincidencon los de la Patria y el progreso general. No se handejado embaucar por las mentiras de "los medios" nipor los argumentos falaces de los dirigentesopositores . Han obrado con sabiduría dado el momentoque vive la sociedad argentina, la relación de fuerzasentre las clases y su propio nivel de conciencia apostando a la continuidad de la experienciakirchnerista. Seguramente en amplios sectorespopulares persistió el descontento o lainsatisfacción con algunas medidas del gobierno, comoesta alza de precios de los últimos tiempos o lasconcesiones o limitaciones manifestadas en cuestionesclaves como los recursos naturales , pero hanentendido claramente que el panorama político noofrecía ninguna opción superadora, por izquierda, dela que expresaba Cristina Kirchner, en cuanto apropuestas concretas y realizables. Y han apostadoallí correctamente. Seguramente muchos militantes lohan hecho con la convicción de que es necesarioconstruir por abajo, para disponer de mayor fuerzapara incidir en el nuevo rumbo. Seguramente también lohan hecho a pesar de la aversión que le provocanciertos personajes del gobierno así como ciertasmaniobras tácticas a las cuales este recurre. Pero hansabido distinguir claramente donde estaba el enemigoque ansiaba volver, expresado a través de diversospersonajes y matices ideológicos. Esos, que no eran"gente como uno", que tenían "otro estilo" como admitela Dra. Carrió, son los que empezaron a batir elparche del peligro inflacionario, de la convenienciade "enfriar la economía", de la distancia queconvendría tomar respecto a Chávez y sus proyectos, dela necesidad de no hostilizar a la Sociedad Rural nia los represores de la dictadura genocida. Lasmayorías populares percibieron que alrededor de estascuestiones se dirimían los enfrentamientos y sepronunciaron correctamente. El triunfo popular ha sido contundente, en primeravuelta, en casi todas las provincias, con más del 20%de diferencia respecto a la segunda fuerza. Pero estacontundencia alcanza aún mayor importancia si serecuerda que los medios de comunicación jugaronostensiblemente, en su abrumadora mayoría, en contradel Frente para la Victoria. Aquí es preciso señalarde qué modo esos "medios" redoblaron su artilleríadesde una perspectiva reaccionaria, ya fuese a travésdel más peludo"gorilismo", como del atildadoliberalismo conservador, e inclusive desde el seudoprogresismo de muchos periodistas jóvenes con ribetesizquierdistas, tanto fuese por radio y televisión comoa través del periodismo gráfico. Este fenómeno se estáverificando en toda América Latina donde losdeclinantes partidos de derecha aparecen sustituidospor un periodismo que se eriza frente a toda fuerzapolítica con alguno de los rasgos que ellos denominan"populista", contra la cual descargan toda su fuerza,a veces, en nombre de los sagrados principios delorden –como lo hace el Dr. Grondona- y otras veces,en nombre de supuestos valores éticos e inclusive , deutopías revolucionarias sustentadas en abstracto .Pero las mayorías populares no han caído en la trampa:han rechazado todo aquello que pregona la vuelta alpasado reaccionario y también aquello que "se opone alo bueno, en nombre de lo mejor, pero creandocondiciones para lo malo". Como pocas veces en una contienda electoral, lospropios protagonistas han desnudado el carácter declase de la puja electoral . La dirigente de laCoalición Cívica ha reconocido que la clase alta y laclase media alta (e inclusive, buena parte de la clasemedia media) han constituido su base electoral. Efectivamente, basta revisar el mapa electoral de laCapital Federal para observar de qué modo la CoaliciónCívica gana en Recoleta, Barrio Norte y Belgrano. Delmismo modo , en el mapa del Gran Buenos Aires gana enSan Isidro y Vicente López.. A su vez, se constataque el Frente para la Victoria triunfa en el GranBuenos Aires y en las circunscripciones populares dela capital Federal ( Lugano, Soldati, La Boca,Mataderos, Pompeya, Parque Chacabuco).Las declaraciones posteriores a la elección también han corroborado que este antagonismo electoral tuvoraíces sociales claras. La Dra. Carrió se hapreocupado de sostener –con enorme orgullo- queCristina Kirchner no ha sido votada por los sectoresaltos y medios altos y que, en general, ha demostradotener escaso apoyo en las grandes concentracionesurbanas donde, a su juicio, reside la "gente que eslibre", que no se encuentra "prisionera de planessociales", como en el interior donde, como ya loenseñó Sarmiento hace mucho tiempo, residen argentinos"poco léidos" o más bien, directamente incultos yatrasados. Al mismo tiempo, esta dirigente políticaseñaló que ni ella ni sus votantes soportan "elestilo" kirchnerista y que, en cambio, aspiran areinstalar "los valores de nuestros abuelos". Alreferirse al "estilo", dicha dirigente está expresandosu tendencia a caracterizar "por las formas" y no "porlos contenidos". No está, en claro, sin embargo, si serefiere solamente a las desprolijidades del presidenteque no se abrocha el saco o critica a los periodistasen un discurso, o si se refiere, como es su costumbre,al "estilo institucional", como podrían ser losdecretos de "necesidad y urgencia". En ambos casos nohace más que certificar la óptica estrecha con que semaneja la clase media, como así también la hipocresíaque caracteriza a gran parte de sus integrantes.Resulta sorprendente, por ejemplo, la falta decoherencia pues los mismos dirigentes, de extracciónradical, que protestan por ese tipo de decretos, comoviolación a la "institucionalidad", son quienesconsideran sus grandes ídolos políticos a dirigentescomo Balbín que avalaron la proscripción electoral delas mayorías populares durante 18 años, como si ellono significase violar la institucionalidad propia dela democracia. Con respecto a esos valores de "nuestros abuelos" estosuena a reivindicar "la década infame" o "la GranArgentina de su majestad Británica, de la época delcentenario", es decir, la época de la gran entrega delpaís. Por otra parte, ¿Quién es el abuelo de laCarrió? No Yrigoyen, a quien nunca cita, sino el Alemque coqueteaba con Mitre y a quien con absolutodesconocimiento de la verdad histórica le atribuyehaber organizado el partido Radical. Pero ni siquierael abuelo es Alem, sino Alvear, es decir, ropajeliberal-democrático y contenido oligárquico.Admitamos que en el apoyo a la Coalición Cívica puedehaber un cierto número de distraídos o "tomados" porel mensaje oligárquico transmitido por "los medios"pero también es cierto que en muchos casos, esvocación reaccionaria: racismo anticabecita, rechazode la expresión popular (ese "estilo" de la chusma, que no es "el de los abuelos"), la ética de aquellaGran Argentina donde los conservadores no erancoimeros, porque estaban en el negociado grande,enorme, de la entrega del país, que previamentelegitimaban con las leyes que lo hacían posible. Por otra parte, la Dra. Carrió se ha declarado "jefade la oposición" integrada sustancialmente por "ese 70u 80%" de la cúspide social, es decir de la gente"civilizada". Uno podría decir entonces que estamosasistiendo a la resurrección de las señoras gordas,aquellas fanáticas del Alte Rojas, no por alusión alfísico de la dirigente sino, porque como sosteníaJauretche, "tienen grasa en el cerebro" y excesivapelambre. El gesto, la presencia, el lenguaje y losargumentos de esta dirigente expresan esa resurrecciónde los gorilas y por si faltase algo, ella misma lo hacompletado manifestando su admiración porEvita...siempre y cuando que se entienda que ese"evitismo" se acompaña con el vituperio hacia Perón,de donde surge esa expresión popular de que "eseevitismo es la etapa superior del gorilismo".El diario Clarín se ha apresurado, días atrás, asostener que la interpretación de que en estas elecciones se ha manifestado un antagonismo entre properonismo y gorilismo es una simplificación, pues setrata de cuestiones más complejas, según señala elperiodista, aunque no las explica . No advierte, porejemplo, que el triunfo de la Coalición Cívica enBahía Blanca, Mar del Plata y La Plata corrobora esainterpretación, en tanto la primera es una ciudadfuertemente influída por la base de la Armada (donde,en su época, alcanzó notable fuerza Manrique), lasegunda fue bastión del socialismo democrático quetenía por jefe a Norteamérico Ghioldi y la tercera fuela tradicional base de Balbín. Donde sí se comete unerror es al generalizar sobre "centros urbanos",porque existen aquellos donde predomina el sector"servicios" o de "burocracia estatal" con pocosobreros, como en las mencionadas ciudades, perotambién los hay fuertemente populares –fabriles- comolos del Gran Buenos Aires, aunque la misma doctora,tan adicta al bronceado de su piel, advertiríaseguramente una apreciable diferencia de pigmentaciónentre la que es común en las ciudades mencionadas y laque predominaba en los habitantes de La Matanza. Puede conjeturarse que, como decía Jauretche, elproyecto económico-social, de fuerte contenidonacional implementado entre 1945 y 1955 dejó unamarca tan indeleble en la sociedad –reforzada por laspolíticas neoliberales de los demás gobiernos- quetodavía toda política que aunque tímidamentereproduzca alguno de sus rasgos es suficiente parareverdecer el gorilismo de antaño. En este sentido,cabe observar que la Dra. Carrió, al día siguiente delas elecciones, ya se preocupaba por estrecharvínculos con Gabriela Michetti , del macrismo y conGil Lavedra, del radicalismo, al tiempo que invitaba asu reunión a dos dirigentes de Recrear, de LópezMurphy, apuntando ya al 2011 con la evidente intenciónde constituir una nueva Unión Democrática. Unir almundo antipopular o dicho de otro, lograr que lossectores medios apoyen a la clase dominante y seaparten de los trabajadores, ha sido siempre, a travésde nuestra historia, la táctica oligárquica paramantenerse en el poder. De ahí la importancia que ellaotorga a la "colonización pedagógica" y de ahítambién la preocupación que debe difundirse en elcampo popular por la lucha ideológica. Es precisorobustecer el campo antiimperialista en la batalla delas ideas y dar pelea a las zonceras que difunden losmedios y que, entre otras cosas, provocaron, mesesatrás, el triunfo de Macri: "No hay derechas niizquierdas", "todo es cuestión de eficiencia en lagestión", "lo único importante es la cuestión ética","es fundamental el respeto a las instituciones", etc.etc.Existe en la Argentina un importante sector de lasclases medias – diríamos, el 22% que apoyó a Cristinaen Capital Federal- que está en una búsqueda desdela época de las asambleas ( esto está probado por elinterés que manifiestan por la revisión histórica)pero es preciso reforzarlo y ampliarlo. Sólo logrando,como en los setenta que la clase media rompa susubordinación política hacia la clase dominante,podremos avanzar.


Un hecho importante a destacar en estas elecciones es que se está produciendo un interesante cambio que vaarrojando al desván de las cosas viejas y podridas alo peor del peronismo. Salvo el caso de San Luis,verdadero feudo, ( y Formosa) es importante consignarque ha perdido Romero en Salta, que han sidoderrotados intendentes hasta ayer poderosos en laprovincia de Buenos Aires como Villaverde en AlteBrown, Kindimil en Lanús, Villordo ( candidato delministro del interior) en Quilmes, así como el Frentede la Victoria triunfó en San Miguel y que en otroscasos, esa burocracia corrompida, aún usando todo suaparato, ha ganado por muy poco votos( Alessi quedóa 9 puntos de Cacho Alvarez, en Avellaneda), unjoven candidato (Katopodis) se constituyó en segundafuerza en San Martín. Estos hechos se relacionan estrechamente con esaposibilidad de Unión Democrática levantada contra elgobierno, pues es preciso que desde el Frene para laVictoria se aproveche bien esta experiencia: sinapoyo del gobierno, el pueblo se ha encargado deliquidar a Villaverde y asimismo el Barba Gutierrez leha ganado al candidato de Aníbal Fernández, mientrasSabatella continúa ganando en Morón . Es necesariopues jugarse a construir por abajo y abandonar , nosólo por inconveniente políticamente sino por ineficazy contraproducente, la táctica de negociar conintendentes duhaldistas desprestigiados pues su tiempoestá concluido ya definitivamente, como asimismo eldel susodicho Duhalde, uno de los grandes perdedoresde esta elección, junto a Sobisch, López Murphy, Pattiy otros de la misma calaña. La táctica de ir al piede intendentes como Otaecé y semejantes no deberepetirse pues solo aporta argumentos a la oposición ydebilita el propio campo, en tanto no son confiablesde ninguna manera y traicionarán cuando lo considerenconveniente.


Otro hecho destacable es la catástrofe de laizquierda. Nuevamente, no alcanzan ninguna relevancia.Estos grupos no terminan de entender en qué consistela lucha política. Confunden ideología con políticaconcreta, ignoran el nivel de conciencia y latradición de lucha de los sectores populares,confunden agitación sindical con postulación política,siguen sumidos en el microclima. En una oportunidad,Trotsky, el verdadero, no el que pregonan estosgrupos, decía : Hay gente que hace política como siestuviera en 1917, cuando en realidad todavía nosencontramos en 1905. Aquí es peor aún: estamosluchando por rearmar un frente nacional, frente a unenemigo cuyo discurso se transmite minuto a minuto porlos medios, todavía sumidos en la desocupación y lafragmentación y ellos actúan como si estuviéramos por asaltar el palacio de invierno, para decirlo en supropio lenguaje.Uno de estos dirigentes se ha asombrado de que lostrabajadores los apoyen sindicalmente pero no losvoten, fenómeno que ya deberían haber aprendido porquees lo que ocurría en Córdoba, de los años 70, con lasagrupaciones sindicales clasistas, que recibían apoyoen tanto más combativas y de mejor conducta que losburócratas pero ese apoyo no se trasladaba al campoelectoral. Sin embargo, parece que no lo han entendidoaún.


Por otra parte, el resultado de la elección da larazón a quiénes sostuvimos que , por sobre todo, habíaque saber dónde estaba el enemigo principal. Señalamosentonces que, por supuesto, Kirchner no era Menem nitampoco Carrió (aunque muchas cosas de su gobierno nos dejaban insatisfechos), es decir, a quienesdijimos "no hay propuesta superadora de la de Cristinaen el escenario electoral", y hay que votar contra elenemigo, sin caer en ningún divisionismo. Aún cuando la política petrolera del gobierno seadesastrosa era necesario tener en cuenta otrosaspectos para definir la posición respecto a laselecciones. Por eso no coincidimos con Solanasestimando que su jugada resultaba muy peligrosa. Bastasuponer que Pino ( que llegó a tener porcentajes másaltos que los de hoy cuando se presentaba con elFrente del Sur) hubiese obtenido el 7 u 8%,restándoselo a Cristina, provocando el Ballotage. Comoconocemos la integridad y combatividad de Pinosabemos que en esa segunda vuelta no hubiera votadopor un candidato antipopular, pero la confluencia dederecha hubiese tenido su gran oportunidad . En esecaso, el mismo Pino admitiría que Cristina no esMacri ni Carrió, pero hubiera sido responsable de unapolarización altamente peligrosa que nos podíadevolver a los viejos tiempos: el programa ya loanticiparon: enfriar la economía, tomar distancia deChavez, eliminar las retenciones a las exportaciones yademás, ahora lo sabemos, "otro estilo" y los "valoresde los abuelos". Por esa razón no lo acompañamos a Pino, como lo hemoshecho en otras oportunidades. Por la misma razón, sipersistiese en un discurso que lo mimetiza con el P.O. Y el resto de la izquierda sin votos, ellodificultaría que volviéramos a encontrarnos en lamisma vereda- - - - - - - - -Con respecto al gobierno, estimamos que también deberásacar enseñanzas de este resultado electoral. Lasmayorías populares tienden a encolumnarse detrás suyo,pero ese mínimo movimiento ya le erizó los pelos atodo el gorilaje, que va a atacar con todo. Laresponsabilidad de la hora es tremenda y no se puedencometer errores, ni hacer concesiones a los grandespoderes. No se pueden crear condiciones para ningúntipo de frustración. Nada peor, decía el viejo Ugarte,"que los cambios a medias": despiertan el encono delenemigo poderoso, que siempre es más "clasista" quelos sectores populares y pueden generar desánimoentre quienes tienen necesidades apremiantes.En América Latina galopan nuevamente los libertadoresde antaño. Argentina debe estar cada vez más integradaa ese proceso y de esa manera solamente se podráaventar todo retorno reaccionario.


En otras épocas, este tipo de informe se preocupabasolamente por explicar el resultado electoral pues,más allá de alguna deformación de la noticia propia delos medios de comunicación, los ganadores y perdedoresaparecían nítidamente, sin duda alguna. Peroúltimamente estamos asistiendo a una deformación de lainformación por parte de "los medios" que nos llegan aescamotear las verdades más evidentes. En cualquierelección, de cualquier país, donde un candidatotriunfa con el 45% de los votos y le gana por 23% ala segunda fuerza política, lo menos que correspondedecir es que el triunfo ha sido contundente,incuestionable, rotundo o si se prefiere, en ellenguaje del tablón, "por afano". Cuando ese mismocandidato gana holgadamente en todo el país – esdecir, 21 provincias- , salvo en tres jurisdicciones,también es preciso afirmar que se trata "de unapaliza". Esta expresión sólo la usó el presidenteKirchner y casi ningún periodista. Un matutinosostuvo, por ejemplo: "El triunfo de Crstina Kirchneres la expresión más visible de preferencias ciudadanasque deberán traducirse en configuraciones partidaria renovadas y una relación diferente entre eloficialismo y la oposición, en sus distintasvariantes". (Clarín 30/10/2007). Por su parte, la DraCarrió con el 22% de los votos declaró que había hechouna elección extraordinaria, lo cual provocó tambiénun oportuno comentario del presidente Kirchner: "Noentiendo, ganó un solo distrito y habla de elecciónextraordinaria" Pero la Dra Carrió fue aún más allá señalando que "conun poco más de dinero ,entrábamos alballotage"(clarín30/10/2007)y el periodismo, engeneral, tomó esta declaración como sensata, cuandodebió haber provocado risa. Del mismo modo, huboperiodistas que hablaron de excelente elección dealgunos de los pequeños partidos contestatarios,cultivando su política divisionista que debilita aloficialismo.Más aún, es preciso dar un ejemplo contundente antesde analizar los resultados: cualquier ciudadanoargentino que ha visto los noticiosos televisivos delos últimos meses se forjó la imagen de que elmatrimonio Kirchner era odiado por los santacruceños,mientras que en esa provincias crecían las fuerzascontestatarias que en poco tiempo más podrían instalarun gobierno de izquierda en la provincia. Pero ahora,al conocerse el resultado electoral, resulta queCristina Kirchner ha ganado con el 73% de los votos,como así también ha ganado el candidato a gobernadorpor el Frente de la Victoria. Es decir, "los medios"habían logrado difundir una imagen de Santa Cruz ajenatotalmente a la realidad.Este comentario es necesario porque debe prevenirnosacerca de la información que recibimos para norealizar el análisis sobre datos falsos o deformados. Así, no bien nos acercamos al tema lo primero quehemos escuchado es a la Dra Carrió, con su arroganciacaracterística, sosteniendo que "la Coalición cívicaha triunfado en las grandes ciudades, refiriéndose enespecial a Bahía Blanca, Mar del Plata, La Plata yRosario, provocando el consiguiente comentariosarmientino de algunos periodistas: son los centros demayor cultura, donde reside la gente más informada,mientras que en el resto del país, los sectorespostergados , a los cuales se compra prebendas, esdecir, la expresión de la vieja barbarie condenada porel gran sanjuanino, votó al oficialismo. La Dra Carriólo definió luego con precisión y hasta orgullosamente:"Está claro que el 70 % de las clases medias y altasvotó contra Cristina... Ellos retuvieron el sector mástradicional del propio P. J. Y está ese 30% deindigentes y pobres que tienen controlados por losplanes sociales". Esa gente, según la democráticaCarrió no son "libres", "nacieron libres, pero en elconurbano le está quitada la libertad por el poder. Eslibre, pero está aprisionada". Este es el concepto dedemocracia que posee esta dirigente política, con elcual, por supuesto, abomina de las masas populares,del 17 de octubre y se supone que también de larevolución francesa, pues los "sansculottes" también,como dijo una vez Sábato, habrán orinado en algunaplaza histórica de Francia .No se le ocurre pensar a esta buena señora que lacircunstancia de que el país haya pasado de unaeconomía de especulación a una economía productiva,bajando la desocupación y aumentando el consumo hasido suficiente para que las mayorías de todo el país volcasen su voto a favor del gobierno, más allá deerrores, carencias, asignaturas pendientes. Tampoco sele ocurre pensar – o lo piensa, y le gusta- que susvotos obtenidos en Capital Federal provienen de lossectores que han votado al macrismo en la últimaelección para jefe de Gobierno. La gran mentira de la oposición de la mayor partedel periodismo consiste en su enfoque "sarmientino" delas elecciones, según el cual todo sería cuestión decultura. Pero la política no es cuestión de mayor omenor cultura porque la cultura que predomina en lasociedad es la cultura dirigido a mantener el ordeninjusto, es la concepción de la economía, de lafilosofía, de los valores sociales, etc. que posee laclase dominante y que a través de su control sobre losmedios,la escuela etc., impone a las clases medias. Através de la política lo que se dirimen son interesescontrapuestos. Por esa misma razón convertir a lapolítica en actividad dirigida solo a custodiar lacultura, la ética o las instituciones implicacongelar la injusticia porque se trata de valores impuestos por la clase dominante. Y cuando esacultura, esa ética o esas instituciones no lesconvienen, las violan. Así resulta esta paradoja:políticos de diversos partidos se desviven denunciandolos decretos de "necesidad y urgencia" lanzados por elgobierno pero son los mismos políticos que rindenhomenaje a sus "grandes dirigentes de antaño" quepracticaron vetos, proscripciones o golpearon en loscuarteles pidiendo el golpe militar . Es decir, sondemocráticos cuando pueden ganar y cuando no pueden,inventan vetos, proscripciones o ballotages paraurdir trampas a la propia institucionalidad que ya noles sirve. Muy pocos periodistas, entre ellos la revista Debate,han señalado el fenómeno nuevo de estas elecciones: elreflorecer del viejo gorilismo. Ha bastado que unsector del peronismo ocupase el gobierno y avanzase enalgunos cuestiones como "pararle" el ALCA a EstadosUnidos, para que se erizasen de nuevo los pelosgorilas de antaño. "Es una cuestión de estilo" diceCarrió, es "medio pelo" decimos nosotros, la clasemedia que se arrima lacayunamente a la clase alta , alprincipio llevando cierto barniz centro izquierdista yluego, a medida que se acercaba el momento de lasdefiniciones, coqueteando con López Murphy,catapultando a la hija de Estensoro, levantando a unarenegada de la Jotapé y de vez en cuando, entonandoalgún elogio a Evita, una mujer tan buena quelamentablemente tenía un marido fascista. De ahí la necesidad deque el campo popular afile susarmas ideológicas y dé la batalla a todo ese mundode zonceras con el cual la clase dominante controla abuena parte del electorado.

¿Centroizquierda, progresismo o movimiento nacional?


Del reformismo al conservadurismo: una aventura primermundista
POR GERMÁN IBAÑEZ

Comúnmente se alude al progresismo y a la centroizquierda como equivalentes. En menor medida se homologa también a los dos primeros con el movimiento nacional. Pero si la comparación de centroizquierda con progresismo puede considerarse correcta, no sucede lo mismo al identificarlo con el movimiento nacional. Intentaremos echar luz en torno a esta confusión.
La expresión “centroizquierda” aparece investida, en apariencia, con el mérito de la claridad. Se trataría de una ubicación política que, con moderación, ofrecería algunos correctivos de “izquierda” a la posición centrista. ¿Pero qué es “centro”? Difícilmente pueda definirse tanto centro como izquierda en abstracto, sin referencias a un contexto histórico concreto. Los países latinoamericanos por ejemplo han adoptado a lo largo de su historia definiciones políticas de origen europeo que, en las nuevas tierras, expresaron un contenido distinto y aún antagónico.
De manera provisional podemos decir que una posición de centro en las sociedades contemporáneas (insertas en el sistema capitalista mundial) es aquella que, respetando escrupulosamente los intereses de los actores económicos y políticos dominantes, mantiene equidistancia tanto de las medidas políticas reaccionarias como de las demandas populares que afectasen a los poseedores. En última instancia se trata de una posición conservadora, que no intenta modificar el status quo, considerado “natural” o inevitable. Ese status quo se identifica con la vigencia del orden institucional tradicional, que debería ofrecer salvaguardas frente a los “extremismos” derechistas o izquierdistas. Ahora bien, si la conservación de los intereses dominantes ha sido patrimonio de las opciones políticas de derecha, puede decirse que lo más frecuente es que la posición de centro se traduzca en políticas de centroderecha.
Frente a esto, la centroizquierda sería en cada caso el intento de incorporar o satisfacer ciertas demandas de los sectores populares que los intereses económicos dominantes y el orden institucional vigente no han tenido en cuenta. El límite preciso se encuentra en las demandas cuya resolución exigiría afectar sustancialmente la riqueza y las posiciones de fuerza de los poderosos. En última instancia se trataría de la aplicación de correctivos que tendrían además la virtud de “descomprimir” situaciones de flagrante injusticia social. Lo que podría derivar en protestas antisistémicas de perdurar en el tiempo. Como el efectivo desarrollo de esas políticas exige, aunque sea en grado mínimo, alterar ciertas situaciones preexistentes en un sentido de mayor inclusión social o democratización, puede decirse que se traduce en una orientación reformista. Lo cual es presentado como alternativa “realista” a una orientación revolucionaria caracterizada como “inviable” o “catastrófica”.
La reforma supondría la modificación progresiva de aquellas situaciones de mayor injusticia, evitando transformaciones bruscas o que llevaran a un choque inminente con los poderosos. Esa idea de un mejoramiento gradual, de un “perfeccionamiento” de lo existente, mantiene una vinculación con la cosmovisión positivista y la idea de la evolución social. Evolución concebida como progreso. Aunque la noción de progreso no es patrimonio exclusivo de la centroizquierda (también se manifiesta en la centroderecha) la denominación de “progresistas” sí aparece asociada frecuentemente al reformismo centroizquierdista.
Ahora bien, ese esquema mantiene una correlación con la realidad cuando la centroizquierda es efectivamente reformista. Es decir, cuando quiere corregir las manifestaciones más gravosas de la injusticia social que el sistema produce en su desarrollo inmanente. ¿Qué pasa cuando esto no se verifica? Pregunta que dista de ser retórica pues hemos asistido en las últimas décadas a la experiencia de gobiernos “reformistas”, “progresistas” o de “centroizquierda” en algunos de los países más poderosos que desplegaron políticas claramente conservadoras o propias de la derecha liberal. Es decir, no solo no afectaron el predominio de sus burguesías, sino que las beneficiaron en desmedro de los trabajadores y los desposeídos.
Desde luego, en la política siempre cabe la posibilidad del “gatopardismo”. Pero estamos frente a un fenómeno más complejo. Políticas neoliberales: de concentración del ingreso, de privatización, de recorte de los derechos sociales, de freno a las expectativas populares, de disminución abierta o velada del ejercicio de una democracia real, aplicadas por partidos socialdemócratas o de centroizquierda que décadas antes se habían identificado con el ideal de un Estado de bienestar. Cuando hablamos de Estado de Bienestar nos referimos al objetivo de repartir progresivamente el ingreso nacional, de ampliar los derechos sociales, de alcanzar el pleno empleo, de mantener una relación armónica entre el crecimiento económico y el aumento salarial, de una democratización general.
Durante una etapa histórica aún reciente, el ciclo de la segunda posguerra, efectivamente los países capitalistas metropolitanos implementaron esas políticas. El ideal de mejorar gradualmente la situación de los trabajadores a través de la legislación social tenía antecedentes en la orientación predominante en los partidos de la II Internacional. Aún persistía empero en esos partidos la ambición de alcanzar el “socialismo”, y minoritarias fracciones radicalizadas no renunciaban a la vía “revolucionaria”. La Revolución Rusa de 1917 y la posterior fundación de la III Internacional escindirán de manera decisiva a “reformistas” y “revolucionarios”. Desde entonces socialdemocracia y reformismo quedarían asociados, aventados los ímpetus insurreccionales que se desplazarían al naciente movimiento comunista internacional y sus posteriores escisiones (trotskistas, etc.).
Es después de la segunda guerra mundial que políticas reformistas similares a las propugnadas por la socialdemocracia clásica se impusieron en la Europa Noroccidental. Combinadas con el influjo keynesiano y el antecedente de la política de Roosevelt en los EEUU. Desde luego no se trató de una graciosa concesión de las burguesías metropolitanas. La derrota bélica y política del nazi –fascismo, el avance victorioso de la URSS, los movimientos de resistencia con participación comunista (Italia, Yugoslavia), y sobre todo la gran aceleración del levantamiento anticolonial de las periferias, se traducía en un fortalecimiento relativo de los pueblos y los movimientos obreros. De esa manera, el crecimiento de la marea revolucionaria en lo que pasó a llamarse “Tercer Mundo” y el temor al expansionismo soviético obligó a las burguesías de los principales países a hacer importantes concesiones a sus propias clases trabajadoras.
Fue la época dorada de crecimiento económico que, a despecho de pronósticos optimistas, tuvo un final. La caída de la tasa de ganancia junto con las exigencias crecientes de una política social en aumento, impulsó cambios en las políticas de las burguesías metropolitanas. Esto se conjugaba además con la trasnacionalización de la economía capitalista, que erosionaba los marcos nacionales donde se ensayaban las políticas modernizadoras y redistributivas. Es necesario destacar que estos cambios no fueron imponiéndose por un simple automatismo del “mercado”, sino a través de la cruda lucha de clases. Se trató de un proceso de recolonización de las periferias que se emancipaban, liderado por los EEUU que enfrentó, con criterio bélico, al movimiento anticolonial caracterizándolo como parte de una supuesta ambición soviética de “conquistar el mundo”. Después del formidable Mayo francés comienza el lento reflujo de los movimientos obreros metropolitanos y la gesta contestataria de los estudiantes. Esas sociedades de abundancia no podían poner en pie propuestas radicalmente antisistémicas. ¡No había necesidad de ello!
El “fantasma” de la revolución había muerto ya en la opulenta metrópoli. Los partidos comunistas, transformados en cómodas máquinas burocráticas, no resultaban una opción superadora frente a socialdemocracias que se inclinaban insensiblemente hacia el neoliberalismo. El largo invierno stalinista los esterilizó por completo. La ingloriosa caída del Muro de Berlín trazó un oportuno epílogo a esa historia. Sin proyecto alternativo a la unificación burguesa de Europa, la izquierda fue a la cola de las socialdemocracias que junto a los conservadores traducían el impulso hacia la trasnacionalización del capital. Los costos sociales de la nueva expansión burguesa pronto se hicieron visibles en esa impiadosa “revolución conservadora”. Diversas maniobras de encubrimiento ideológico, de las cuales la “Tercera Vía” fue la de más fortuna publicitaria, se esgrimieron para justificar el agotamiento histórico de las socialdemocracias y su conversión en masa al neoliberalismo. Se abrió una disociación histórica entre reformismo y centroizquierda. La operatoria discursiva y electoral de las socialdemocracias actúa desde entonces para encubrir ese hiato. Para justificar la aplicación real de una política de centroderecha por parte de la centroizquierda. Y si es así en los principales países del globo, que cuentan con ingentes recursos, ¿cuál es la suerte que les cabe en las lejanas comarcas periféricas?

El movimiento nacional aquí

El “progresismo” llega temprano a nuestras tierras. Las elites poscoloniales, cuyo meritorio adelantado fue Bernardino Rivadavia, concebían el progreso de las provincias rioplatenses como la adopción de las formas políticas y económicas de los países civilizados, a cuya cabeza de hallaba Inglaterra. Proyecto que implicaba la negación total de lo americano, o al menos su subordinación al poderoso influjo metropolitano. Dicho proyecto histórico se enfrentó con otros que compartían la idea de fundar una comunidad política independiente (nación) y moderna. Pero que intentaban incorporar el ineludible ascenso de la civilización burguesa al tronco preexistente de la sociedad que emergía de la colonia. Tal el caso del artiguismo.
Con la crisis del imperio español comenzó el choque de dos proyectos societarios opuestos. Uno apuntaba a un crecimiento hacia fuera, vinculado a las necesidades de la expansión de la potencia metropolitana de turno. Estaba sustentado en las clases ilustradas y pudientes que aspiraban a replicar en la “bárbara” América la “civilización” europea. Aquellas clases y grupos vinculados con la producción y el comercio orientados hacia el mercado mundial serán sus agentes y beneficiarios naturales. Con el andar del tiempo, el muy positivista progreso complementaría a la civilización, en un bloque solidario frente a la incorregible barbarie y atraso indo –íbero –americanos. Atento a las formas consagradas por las naciones dominantes, las privilegiaba por sobre el contenido. Por eso concibe la democracia como el funcionamiento de un sistema institucional hecho a medida de Europa o los EEUU. La “entrada al Primer Mundo” fue uno de los más recientes avatares de ese complejo neocolonial.
El otro proyecto intentaba un compromiso entre las necesidades de la emergente comunidad nacional y el capitalismo metropolitano. Promovía un crecimiento hacia dentro, privilegiando a los productores y el trabajo local frente a la penetración comercial extranjera. Se apoyó históricamente en un conglomerado históricamente variable de productores nacionales y masas populares. Tradujo, a veces en forma confusa o tentativa, el impulso democratizador de los de abajo con escaso apego a las formas consagradas por el eurocentrismo dominante. Por eso fue calificado de bárbaro, anárquico y hasta autoritario, como correspondía a la chusma plebeya y “cabecita” de la cual emergía. Más que expresar una improbable autarquía económica y cultural, apuntaba a subordinar la lógica de las relaciones con el exterior a las necesidades del desarrollo interno. Y, en sus proyecciones más sofisticadas, a enlazar la autodeterminación nacional con la liberación social y el entronque con el resto de la comunidad latinoamericana.
Pero el poder de irradiación del complejo neocolonial excedería a los relativamente minoritarios círculos de los poderosos. Con la consolidación del Estado oligárquico en las últimas décadas del siglo XX, luego de sangrientas guerras civiles en las cuales los productores nacionales expresados en el viejo federalismo caerían derrotados, la cosmovisión de los triunfadores fue difundiéndose por el cuerpo social. En su Manual de Zonceras Argentinas Arturo Jauretche desmontaría los axiomas básicos de esa cosmovisión hegemónica.
Esa configuración ideológica produjo dos resultados: la condena del movimiento nacional del siglo XIX por bárbaro; y la educación de muchos impugnadores del orden oligárquico en el mito positivista del “progreso”. Dramática consecuencia de la imposición de la visión del mundo de los vencedores de Pavón y sus epígonos del 80. De esa manera la oligarquía “progresista” coexistiría con opositores “progresistas”.
El más curioso exponente de este fenómeno, y muy a propósito del tema que nos interesa, es el Partido Socialista. Fundado en los años finales del siglo XIX revelaría desde el inicio su enfeudamiento a la cosmovisión oligárquica adoradora del progreso, intolerante deidad de la inteligencia colonial. La aparición del ideal socialista en el Río de la Plata es producto de la inmigración europea; activistas y trabajadores que traen ese paradigma e intentan recrearlo aquí. La dificultad para entroncar con la tradición histórica popular rioplatense vencida, la importación acrítica de las perspectivas fundadas en el proletariado metropolitano, y el eurocentrismo dominante en el círculo intelectual de su dirigente Juan B. Justo frustró la “nacionalización” del primer socialismo. Y condicionó negativamente sus avatares posteriores.
Ese primer socialismo adoptó el paradigma internacionalista de la II Internacional (el mismo que se haría pedazos en la primera Guerra Mundial). La fraternidad universal del proletariado, abstrayendo de la polarización mundial en países dominantes y dominados, era el reverso ingenuo de la expansión concreta del capitalismo como sistema planetario. En la práctica se tradujo aquí en la imitación de los programas europeos. Más grave resultaría el desconocimiento del contenido socio –histórico de los movimientos nacionales. Se los homologaba con las expresiones oligárquicas, como variantes de una misma y condenable política burguesa: “Roquistas, mitristas, irigoyenistas y alemistas son todo lo mismo. Si se pelean entre ellos es por apetitos de mando, por motivo de odio o de simpatía personal, por ambiciones mezquinas e inconfesables, no por un programa, ni por una idea”; Primer Manifiesto del Partido Socialista (29 de febrero de 1896). Lejano antecedente del sectarismo de ciertas izquierdas argentinas.
Con escasa conciencia histórica de la lucha emancipadora de estas comarcas, asumiría la visión del pasado del liberalismo oligárquico. La que condenaba como bárbaras las manifestaciones primigenias del movimiento nacional e idealizaba a los prohombres de la civilización y el progreso. De esa manera, el socialismo argentino se transformaría en una clara expresión de ese “progresismo” rioplatense. El eclecticismo ideológico –filosófico de los orientadores intelectuales tendría empero su centro de gravedad en el positivismo y su visión del progreso evolutivo. Progreso que solo podía manifestarse como “repetición histórica” del camino de la Europa civilizada.
La coincidencia llegaría hasta el extremo de propugnar una política económica librecambista, a imagen y semejanza de la elite oligárquica, condenando las industrias “artificiales” y al capital nacional (por “espurio”). La contrapartida era la sacralización de las industrias “naturales” (ganadería y agricultura) y del “sano” capital extranjero. No pudo evitar caer episódicamente en el racismo y la justificación del colonialismo europeo: “No nos indignamos demasiado porque los ingleses exterminen algunas tribus de negros en África Central. ¿Puede reprocharse a los europeos su penetración en África porque se acompaña de crueldades?” (Juan B. Justo). Tal la matriz original del “progresismo” argentino.
Pero ¿qué decir del origen del reformismo centroizquierdista en nuestras tierras? En el seno del primer socialismo argentino coexistieron (como en la socialdemocracia europea clásica) corrientes reformistas y revolucionarias. La vertiente dominante, de la mano de Juan B. Justo que abiertamente se reconocía no marxista, parecía replicar aquí el reformismo de la II Internacional. Fracciones radicalizadas apelaban al paradigma insurrecional, y luego darían origen al Partido Comunista. Ambas tendencias compartían el desconocimiento de lo nacional y la condena a los partidos locales que confusamente apuntaban a una política de autodeterminación, como el radicalismo yrigoyenista. En el seno de esa izquierda, y a la luz operada por la fractura mundial de la socialdemocracia a partir de la Revolución Rusa, el debate reformismo /revolución podía llegar a tener una ociosa razón de ser. Sin embargo, en el devenir concreto de la sociedad argentina de aquellos años fue el radicalismo yrigoyenista el que ocupó objetivamente el lugar de un reformismo centroizquierdista, tal como lo definimos al inicio de estas reflexiones.
El radicalismo yrigoyenista fue un movimiento nacional nacido dentro de los marcos de la Argentina y agropecuaria, dependiente de Gran Bretaña. Es un frente policlasista de clases y grupos sociales en ascenso dentro de la República oligárquica, que no superaban aún ese horizonte societario. Pero que planteaba una superación de la contradicción entre republicanismo liberal y democracia. Entre utilitarismo y garantías civiles por un lado y la soberanía popular por el otro. Al positivismo evolucionista y al utilitarismo se le opone un idealismo ético. Principios “no negociables” sostenían la práctica de la abstención y la intransigencia; y eran una respuesta política a las tácticas del Régimen: la “seducción” y la cooptación.
A la intransigencia y lucha armada como modalidades de deslegitimación y presión sobre el “Régimen” seguiría el acceso electoral al gobierno, una vez conquistada la soberanía popular tal como se la entendía entonces: voto universal y secreto. El yrigoyenismo promovió una politización efectiva de la sociedad en la medida en que se basaba en la participación de las mayorías en contraposición al acuerdo entre notables del Régimen. Aparecieron asimismo ciertos embriones de nacionalismo económico y de legislación social. Pero no pudo establecer una política económica consistentemente superadora del liberalismo tradicional. Ni incluir a la clase obrera (con la cual chocó violentamente) en una efectiva política social. En sus aristas más avanzadas cuestionó el “progresismo” oligárquico, y por eso fue combatido por dicho bloque dominante y su desdoblamiento de “centroizquierda”: el Partido Socialista.
No deja de resultar aleccionador el papel crítico que juega la oposición de “izquierda” en el debilitamiento de los movimientos nacionales. Enredados en sus contradicciones internas (como todo frente policlasista) no encuentran a su izquierda una corriente renovadora que los ayude a salir del atolladero, pues la “izquierda” y “centroizquierda progresista” se encuentran aliadas objetivamente a la derecha liberal y pro –oligárquica. Pues los astutos dueños del poder cuentan con varias estrategias para mediatizar a los movimientos nacionales. A saber: 1) Ejercicio de su poder económico –social y de su aparato ideológico –comunicacional. 2) Flexibilidad para suscitar alianzas envolventes con otros sectores sociales y políticos (tal fue el caso de la corriente “antipersonalista” dentro del propio radicalismo). 3) Utilización de la autonomía del Estado (con respecto al gobierno popular) para instrumentar el poder represivo de las fuerzas armadas.
El rechazo visceral a las formas plebeyas (la “chusma”) que no parecían condecir con el ciudadano idealizado de la cosmovisión progresista es otra clave de esa oposición de “centroizquierda” al movimiento nacional. Este último aunque sin cuestionar las bases reales de la desigualdad social, ni alterar la institucionalidad del Estado, promovió la visión de un Estado mediador en el conflicto social, y no solo garante político del “orden”. Resultaba así el reformismo concreto en un país dependiente. Y el presunto reformismo progresista se alineaba con la oligarquía, junto con los propios “progresistas” del movimiento nacional (antipersonalistas, alvearistas).
El ascenso del movimiento nacional más importante de la Argentina del siglo XX, el peronismo, encontraría al progresismo socialista en la más estéril oposición, coaligado nuevamente con los herederos de los conservadores y los nuevos golpistas. Con el agravante de que con el peronismo se planteaba en una escala más vasta la cuestión social, de la mano de la incorporación de la clase obrera industrial. Y también mucho más profundamente la problemática de la autodeterminación nacional a través de la industrialización sustitutiva de importaciones y el crecimiento de la economía pública. La implacable dialéctica de la Historia, empeñada en demostrar la caducidad de las obras humanas, reservaría otra sorpresa: el viejo radicalismo, agotado su potencial emancipador, se alinearía con sus antiguos adversarios en contra del nuevo movimiento nacional.
Una singular aleación de los viejos prejuicios elitistas y “progresistas” hacia la barbarie de los de abajo (ahora rebautizados como “cabecitas negras”) con la coyuntura mundial antifascista engendraría la tesis del “autoritarismo peronista”. Nuevamente la defensa de la cáscara formal de la democracia: las sacralizadas instituciones heredadas de la República oligárquica se opondría a la real ampliación de la soberanía popular. Es decir, la “libertad” y la “Constitución de 1853”, frente a los derechos sociales (del trabajador, la ancianidad y la niñez), la redistribución progresiva del ingreso nacional, y el voto femenino entre otros avances democráticos concretos.
Deberá convenirse que mientras que el peronismo se hacía cargo (con errores y limitaciones) de la modernización económica del país con aumento de la autodeterminación nacional y simultáneamente de la política social que en el mundo metropolitano encaraban las socialdemocracias, nuestro progresistas y centroizquierdistas conspiraban contra dicho rumbo. Conspiraban literalmente pues hombres del radicalismo y del socialismo se vieron complicados en la asonada facciosa que puso fin a esa experiencia en 1955. Detalle a tener en cuenta: el progresismo apoyó en nombre de la democracia el derrocamiento de un gobierno constitucional por parte de una facción militar que introduciría las detenciones arbitrarias, la proscripción política del partido mayoritario, el asalto al movimiento obrero, la tortura sistemática, la ejecución de prisioneros políticos. A partir de allí comienzan duros años de luchas políticas y sociales que culminarán en la dictadura terrorista de 1976.

Y ahora, ¿qué?

La experiencia histórica demuestra que en nuestro país los movimientos nacionales fueron el reformismo concreto posible. En tanto el progresismo centroizquierda en las coyunturas decisivas tendió a converger con la derecha liberal (de la cual es en realidad un desdoblamiento). Es decir, se manifestó una disociación entre reformismo y centroizquierda: ésta última fue conservadora. Los años posteriores a 1983 volvieron a replantear la cuestión del progresismo centroizquierda. Con un dramático cambio: el agotamiento sin relevo visible del peronismo como movimiento nacional. Entrampado entre la “renovación” y la “ortodoxia” derivó finalmente hacia el neoliberalismo encarnado en la presidencia de Carlos Menem. También el radicalismo alfonsinista en el gobierno fue un avatar agónico del centroizquierdismo: afiliado a la Internacional Socialista, amigo de Felipe González, trazó toda la impotencia de una corriente política que en la propia metrópoli se rendía frente a la revolución conservadora.
La experiencia de un extremista gobierno neoliberal en la cáscara carcomida del peronismo planteaba en una escala no vista la ausencia de un eje de rearticulación del movimiento nacional. Frente a él se alzaron dos oposiciones. Una popular y desesperada: jalonada de huelgas, marchas y concentraciones, tomas de Universidades, y finalmente cortes de rutas. Otra política y cuidadosamente sumisa ante los hechos consumados. Un tribuno vacío de la centroizquierda, el Chacho Álvarez, se transformó en su máximo referente. No se cuestionaba la desnacionalización económica, el privatismo, la sumisión frente a los organismos financieros (deuda externa mediante). Pero si las manifestaciones externas; operación privilegiada del progresismo centroizquierdista. La crítica a la corrupción, a las “desprolijidades” del modelo, al autoritarismo presidencial (innegable, por otra parte), nublaban un cuestionamiento real de la dependencia: causa verdadera de las lacras mencionadas.
No menos dramático resultó el encajonamiento de parte de la militancia nacional –popular en los equívocos marcos del “progresismo centroizquierdista”. Así se liquidó la crítica al modelo en pos de la alianza electoral “anticorrupción” para desalojar a Menem y administrar prolijamente el modelo. Camino que condujo a la constitución del Frepaso con los inefables socialistas (¡cuando no!) y el peronista liberal Bordon. Y de allí a la Alianza con la derecha liberal del radicalismo: Fernando de la Rua. Como prueba adicional de la esterilidad centroizquierdista resultaría el Chacho quien acompañará a De la Rua como candidato a la vicepresidencia, y no a la inversa.
El gobierno de la Alianza demostró la vaciedad del discurso anticorrupción, y del respeto sacrosanto a la “democracia”: los muertos de las jornadas previas a la renuncia de De la Rua hablan por sí mismos. La explosión del modelo neoliberal abrió una nueva etapa política de nuestro país. Contradictoria y ambigua, en la cual estamos inmersos y a tientas buscamos una reconstitución del cauce de la liberación nacional y social. La actual administración nacional, refrendada recientemente en las urnas a través de la consagración de Cristina Fernández para la Presidencia, es la más clara prueba de esa ambigüedad y contradicción.
Se impulsó una decidida política de derechos humanos, esclarecimiento y castigo de los crímenes del Terrorismo de Estado. Un alejamiento del paradigma de las “relaciones carnales” con los EEUU y correlativo fortalecimiento de las relaciones con nuestros hermanos sudamericanos. Especialmente en el seno del MERCOSUR y aún con la rebelde Venezuela bolivariana. En tanto que la política económica marca tristemente las contradicciones de la nueva etapa. Se ha sostenida una gestión anti - recesiva que acompaña la recuperación y crecimiento económico. Lo que se tradujo en una reducción de la pobreza y el desempleo. Pero no se avanzó un ápice en la recuperación de los recursos estratégicos (energía), lo que conspira paso a paso contra la estabilidad del crecimiento económico. No se ha detenido la desnacionalización de la economía argentina. No se ha redistribuido consistentemente la riqueza en un país con gravosas necesidades sociales.
Todas esas carencias requieren más que un gobierno: necesitan de la rearticulación de un poderoso movimiento político de masas. La Historia parece indicar que rara vez son fruto del voluntarismo de las dirigencias o la militancia. Una combinación de factores estructurales y políticos los suscita en cada caso. Lo cual no significa que deba esperarse a la aparición de condiciones favorables. En todo caso, sería bueno tratar de equivocarse lo menos posible. Y hemos visto qué equívoco más grande es confundir “progresismo centroizquierdista” con reformismo nacional –popular.
En esta sinuosa etapa de nuestra vida histórica, el principal adversario que se tiene enfrente es la derecha neoliberal. Ésta se halla presente en todos lados: en el gobierno y en la oposición. En la oposición claramente conservadora (como el PRO) tanto como en la que se presume “progresista” (el ARI). También en el aparato podrido del PJ tradicional. ¿Caeremos en el equívoco de cerrar filas en torno a la centroizquierda y el progresismo para enfrentar a la derecha liberal? Elisa Carrio es el nuevo tribuno vacuo del progresismo: simulación de centroizquierda para una posición real de centroderecha. Si embargo, no es allí donde anida el único canto de sirena del progresismo. También se encuentra en la desesperación por buscar un “rejunte” a cualquier costo.
Frente a esto no hay antídotos. Sólo la búsqueda inclaudicable y trabajosa del cauce emancipador en la línea histórica de los grandes movimientos nacionales. Contrariamente a lo que puede suponerse, no se trata de la simple reivindicación de una identidad política; pues ésta se reformula al compás de la historia concreta de un pueblo. Se trata del planteo político de los problemas argentinos desde el punto de vista de la autodeterminación nacional y la justicia social. Lo cual supone un planteamiento acertado de las tareas estratégicas de nuestra revolución. Pero también análisis precisos de la siempre cambiante coyuntura política.
Parece evidente que lo más difícil es la construcción del agente transformador; de una voluntad colectiva nacional –popular. La experiencia histórica muestra que han sido diversos los caminos. Desde una lenta construcción desde abajo, como la gestación en décadas del yrigoyenismo bajo la paciente tutela de su inspirador, hasta la rápida articulación desde arriba del peronismo entre 1943 y 1946. ¡Sin contar con la acción subterránea de impersonales factores estructurales, más allá de la voluntad y sapiencia de los contemporáneos! No puede anticiparse cuándo eclosionará un movimiento nacional; pero sin duda es conducente a ese fin el no andar persiguiendo quimeras al estilo del “progresismo centroizquierdista”.
Podría replicarse que acentuar la línea nacional –popular conduciría a una nueva forma de sectarismo. El sectarismo es un grave defecto en el cual muchas veces recaen las minorías ideológicas, incluyendo las del campo nacional. En condiciones singularmente adversas de aislamiento, como las que se vivió en los años 90, el principismo doctrinario puede resultar una estrategia de autodefensa. La coyuntura hoy es diferente. Sin embargo, correr detrás de los prejuicios de parte de nuestras clases medias (tradicional sostén del “progresismo”) no parece ser una alternativa superadora. ¿Qué hacer, entonces? Cuando el horizonte inmediato aparece de difícil apreciación, puede resultar útil partir de la sistematización crítica de las propias carencias o debilidades.
No puede predecirse la aparición de un nuevo cauce popular emancipador, sin embargo es claro que sin la rearticulación de la militancia social y política dispersa del campo nacional esa aparición se hace más azarosa. Allí está una de las principales debilidades de nuestro campo, herencia de las derrotas de décadas pasadas y de la internalización de la lógica utilitarista y politiquera de los 90. El espejismo “progresista” no será la solución a este problema. ¿Cómo integrar la participación en la lucha electoral (terreno privilegiado de los politiqueros) con la reconstrucción del movimiento popular? Replicar consignas progresistas no bastará. No hay que temerle a nuestras banderas históricas ni al planteo avanzado de las tareas, pues ¡éstas permanecerán irresueltas aunque las neguemos! Educar la militancia joven en el oportunismo electoral frustrará a esa generación para la lucha emancipadora. El germen de la politiquería es una de nuestras grandes debilidades, un terreno donde sutilmente pueden arrastrarnos los grandes maestros de ese deplorable arte.
En la política concreta de ayer y de hoy se convive necesariamente con esas lacras. Quien busque un horizonte impoluto no lo encontrará en la política. Renunciar de antemano a alianzas circunstanciales o incluso de cierta perdurabilidad con ciertos dudosos “aliados” es tan vano como correr desesperados tras ellos. Lo que no hay que enfrentar es la tentación de replicar sus métodos, que solo conducirá a la claudicación de los ideales liberadores. No existen recetas infalibles por cierto, pero la polémica ideológica sin concesiones y la democracia interna son las grandes herramientas con que se cuenta. La consideración y el respeto que merecen los compañeros que sustentan ideas diferentes es la condición imprescindible de la democracia interna del campo nacional popular. Pero también lo es el debate franco y abierto.
Si la militancia nacional –popular no se transforma en un centro de gravedad para otras formas de participación de nuestra gente, el camino será entonces otro. Aunque indudablemente más largo. De la convergencia real en torno a los objetivos estratégicos y luchas puntuales nacerá la unidad política. Sin unidad política del campo nacional –popular no hay capacidad de negociación ni frente a las pervivencias conservadoras neoliberales ni tampoco al oportunismo “progresista”. La lucha por la unidad política es un objetivo estratégico de la revolución nacional. Alejados de una lectura superficial veremos que no coincide necesariamente con la hegemonía total de una organización o dirigencia. Puede darse en torno a la articulación de la diversidad y la democracia participativa, e incluso es deseable que así sea. En todo caso , sea como sea la lucha por la democracia interna es irrenunciable.
Otra gran carencia visible es la dificultad para enlazar la lucha por las reivindicaciones sociales con las necesidades de la construcción sudamericana en curso. La cual dirige la burguesía con inevitable contenido economicista. Atacar el proceso de integración necesario a nuestros pueblos porque es hegemonizado por la burguesía es una locura. Sin embargo, cierto es que el movimiento popular va a la cola sin gran capacidad de instalar ejes superadores con contenido social. Las propuestas existen: las plantean con firmeza y convicción movimientos sociales como el MST de Brasil. También están las iniciativas que caben dentro del paraguas del ALBA bolivariano. Habrá que evaluar su grado de factibilidad o cómo potenciarlas. Al interior del país también se manifiesta esta problemática; la más ardua de la lucha emancipadora: la relación entre liberación nacional y liberación social. Resultarán efímeros los logros de la recuperación económica sin un reparto sostenido del ingreso. Asimismo como el avance en una política más audaz que consolide un modelo productivo más diversificado y sostenible que el problemático “boom” sojero. El saqueo de nuestros recursos es la lamentable continuación de la contrarrevolución privatista El gobierno actual no es el enemigo principal; pero disimular estas cuestiones no sirve. Ni al gobierno, ni a nosotros, ni a nuestro pueblo. La derecha neoliberal no se engaña sobre lo que está en juego.
Muchas de estas cuestiones aún están lejos de la preocupación inmediata de nuestra gente. Aunque mucho menos que en los oscuros años de hegemonía neoliberal y “pensamiento único”. Es necesario redoblar la prédica. La lucha por el reparto de la riqueza es una tarea más inmediata y asequible a las grandes multitudes. Combinarla con la lucha política contra la derecha liberal es el objetivo más cercano. Las virtudes y limitaciones del gobierno que se inicia con Cristina se medirán en gran medida en este punto. No seamos parte de las limitaciones.

Germán Ibáñez